CONSEJOS PARA PRACTICAR EL AYUNO INTERMITENTE Y LLEVAR BUENOS HÁBITOS DE ALIMENTACIÓN

 

  • El ayuno intermitente no es un trastorno alimenticio, bien ejecutado puede traer beneficios al organismo como mejorar la sensibilidad a la insulina, pérdida de peso y regeneración celular.

  • Esta práctica debe ser supervisada por un médico y cada programa debe realizarse de manera individual

    Recientemente, el ayuno intermitente se ha convertido en unas de las prácticas de alimentación más populares entre la población, en busca de períodos de déficit calórico, que permitan una reducción marcada del peso.

    De acuerdo con la nutricionista Daniela Acero Alfonso, de EPS Famisanar, ayuno intermitente se define como un patrón alimentario, en el que se alternan periodos de consumo de alimentos y periodos de ayuno. Durante los periodos de ayuno, el cuerpo agota las reservas de glucógeno y comienza a utilizar la grasa almacenada para lograr satisfacer la demanda energética del organismo.

    Según estudios consultados, el ayuno intermitente puede lograr grandes beneficios para la salud como: mejor sensibilidad a la insulina, pérdida de peso y grasa corporal, regeneración celular, reducción de la inflamación, mejor salud cardiovascular y composición corporal, control de apetito entre otros. Sin embargo, es necesario aclarar que los resultados pueden variar dependiendo de cada persona, por lo que la implementación de este tipo de prácticas debe ser bajo guía y supervisión de un experto con el objetivo de garantizar el cubrimiento de los requerimientos nutricionales del individuo.

    “Un ayuno intermitente mal ejecutado puede causar riesgo de desnutrición y deficiencias nutricionales, efectos secundarios como fatiga, mareo, irritabilidad y cefalea, trastornos del comportamiento alimentario, alteración del sueño, disminución del rendimiento físico, reacciones psicológicas entre otras”, agrega la experta.

    Una de las dudas más recurrentes al realizar ayuno, surge entorno a la hidratación, frente a lo que es importante mencionar, el ayuno intermitente no implica por sí mismo deshidratación, siempre y cuando se mantenga una ingesta adecuada de líquidos, la cual también será contemplada y orientada por el profesional tratante. Generalmente, bebidas como té, agua y café son incluidas para consumo durante los periodos de ayuno, dado que no generan aporte calórico. Mientras que, durante los periodos de ingesta, se incluyen frutas con alto contenido de agua y otras bebidas.

    Sobre la actividad física, la profesional destaca que siempre será una práctica positiva, que en conjunto con el ayuno intermitente puede potenciar los beneficios, no obstante, subraya la importancia de personalizar el enfoque según las necesidades y objetivos de cada persona, para definir el tipo de ejercicio, el momento adecuado para entrenar y, en función de ello, ajustar el plan de alimentación, incluyendo la ingesta de alimentos y la hidratación.

    Por último, la nutricionista resalta que el ayuno intermitente no se considera un trastorno alimenticio, teniendo en cuenta que estos últimos se constituyen problemas de salud mental caracterizados por conductas alimentarias anormales que impactan negativamente la salud, las emociones y la calidad de vida, los cuales suelen involucrar una relación poco saludable con la comida, el peso y la imagen corporal. No obstante, enfatiza en que es crucial tener en cuenta que practicar el ayuno intermitente sin el conocimiento adecuado o la supervisión de un profesional puede derivar en una mala práctica o en una relación disfuncional con la alimentación.

 

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