Empresas como The Coffee Quest, con 12 años de trayectoria, reconocen que la sostenibilidad del negocio implica apoyar la integración generacional y la formación de los agricultores en buenas prácticas agrícolas. Por ello, esta empresa dedicada a la exportación de cafés especiales desarrolló por segunda vez el Huila Coffee Camp, un campamento donde 30 jóvenes de cuatro regiones del país aprendieron sobre cafés especiales, producción orgánica, sostenibilidad, cambio climático, catación y barismo.
“El relevo generacional es uno de los enfoques más importantes para The Coffee Quest. Debido al cambio climático, la falta de oportunidades en el campo y la migración a las ciudades, la mayoría de los jóvenes optan por abandonar su tradición cafetera. Como empresa, queremos enseñarles que sí existe un futuro en el campo, enfocado en el café de especialidad y en la sostenibilidad”, dijo Ronald De Hommel, gerente general.
Según la investigación “Proyección de la Población Cafetera a 2050 en Colombia” de la Federación Nacional de Cafeteros (FNC), la edad promedio de las personas que trabajan en café en el país es de 42 años para los hombres y de 39 años para las mujeres. Pocos jóvenes se interesan por la cadena de producción del grano, por lo que a empresas dedicadas a esta actividad les interesa vincularlos, no solo a través de la capacitación sino para generar nuevas oportunidades de negocios como los cafés especiales, el barismo y la catación.
El Programa Agricultura Sostenible de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional, USAID, se une a estos esfuerzos y trabaja de la mano con aliados como el SENA y The Coffee Quest para capacitar a los jóvenes en la producción de cafés especiales, con prácticas sostenibles que les permiten acceder a mercados con precios diferenciales y proyectar sus fincas como empresas. Además, el Programa Agricultura Sostenible apoya la participación de jóvenes en eventos como este para ayudarles a ampliar su mirada de la cadena de valor con información y entrenamiento en procesos que no suelen estar a su alcance como la tostión, catación y el barismo. Esto les permite descubrir otras formas de generar ingresos desde la caficultura y entender los efectos que tienen las buenas prácticas agrícolas y las mejoras en los procesos de poscosecha en el sabor, el aroma y el precio del café que ellos y sus comunidades producen.
“La participación de los jóvenes en la agricultura es uno de los mayores retos de la caficultura porque actualmente este segmento de la población está migrando a las ciudades. Sin embargo, la mente abierta y curiosa de los jóvenes es una de las mayores oportunidades de la cadena de valor para explorar nuevas formas de cultivar y procesar el café. Por eso, desde el Programa Agricultura Sostenible le apostamos al empoderamiento de líderes juveniles que son claves para impulsar la agricultura sostenible y rentable en el país.” Jeremiah Carew, Director (e) de USAID/Colombia.
La idea de los campamentos es que los jóvenes participantes puedan volver a sus territorios de origen a compartir los conocimientos adquiridos con pares caficultores e inspirarlos para que le apuesten a la caficultura. También, que aprendan sobre innovación y calidad, para preservar el legado cafetero.
“Sueño con enseñar a mi territorio y a mi comunidad que el café no solo se trata de cosechar y vender, sino de sumarle valor a través tecnologías que puedan reflejarse en la mejora de sus economías” aseguró Adrián Cruz, participante de Santa Rosa del Sur que viajó hasta Pitalito con apoyo del Programa de Agricultura Sostenible.
Una estrategia para empoderar a los jóvenes rurales
El Programa Agricultura Sostenible impulsa la conformación de Comités Regionales de Juventudes en Caquetá, Catatumbo, Sur de Córdoba, Bajo Cauca Antioqueño y Sur de Bolívar como una estrategia para integrar personas jóvenes en las cadenas de valor del café, cacao, caucho natural, frutas, hortalizas y lácteos e incentivar la inclusión social y equidad de género dentro de las mismas.